Si te dijera que en el futuro crean una máquina que con una muestra de tu sangre te pudiera decir la causa de tu muerte en ese momento. ¿Lo intentarías?
Todo empezó por que tres jóvenes escritores empezaron con esta idea en un blog, en dos años recibieron historias pequeñas enfocándose en esta máquina. Personajes que deciden tomar la prueba y lo que pasa después. Seleccionaron las mejores 30 historias (tenían 700 relatos).
Llorar en una película: fácil. ¿Pero llorar por un libro? Es un poco mas difícil. Puedo contar con una mano los libros que me han hecho llorar, claro hay libros que te dejan triste, nostálgica pero llorar como un bebé son pocos. Este libro sin embargo, lloré como no tienes idea. Pude haber llenado el mar muerto y rellenar un lago después. La historia se te encaja en el corazón y cuando entiendes lo que sucede tendrás que cerrar el libro por un momento y poner lo que acabas de leer en orden e ir a la farmacia mas cercana para comprarte una venda para tu corazón.
Let´s be honest. Who doesnt love a rainy day laying in bed, with a tea or coffee, with a gripping book or using your friend´s netflix account to watch Gilmore Girls or Riverdale? Simply a lazy day in bed.
In my case it would be with a book the perfect scenario, but as well listening music with my earphones watching the rain falling down through my window. Smell that wonderful smell of wet dirt in your nose. I love rainy days where I can stay at home.
Hace unos meses decidí irme a estudiar a Dublín, Irlanda. Dejar mi trabajo, mi familia, mis amigos y todo lo que había conocido para irme a lo desconocido. Fue una batalla interna, estuve pensándolo meses y meses. Lo que me motivo y me hizo entender que si no lo hacia me iba a arrepentir, ese clic sucedió cuando leí este libro. “The year of yes” es un libro que me marco, puedes leerlo dentro de varios años y siempre encontrarás una nueva lección que se ajuste a tu vida que llevas en ese momento. Yo encontré la lección que necesitaba y me hizo dar el gran sí de irme a Irlanda.
¿Alguna vez has tenido un lugar especifico al que te gustaría ir alguna vez en tu vida? Para mi ese lugar era París. Si, lo sé, nada original pero no pueden culparme, vi muchas películas y sobretodo tengo el estereotipo de romanticismo en París.
Definitivamente París es uno de los lugares a los que volvería a ir sin pensarlo (Amsterdam esta en esa lista) y poder ir a todos los lugares que me faltaron por visitar. Hay algo grandioso y gratificante de estar debajo de la torre Eiffel mientras comes un helado. No sé, es algo irreal para mí. Pero es algo que me gusta de este año: estoy haciendo cosas que solo pensé que pasan en sueños.
¿Pasaporte? Aquí. ¿Llaves? Aquí. ¿Celular y cargador? Aquí. ¿Primer viaje fuera de Irlanda? Aquí.
Estaba emocionada por salir de esta isla y empezar a viajar. Una de las razones por las que quería irme a Irlanda es porque quería viajar por Europa. Así que tenía que empezar a realizar los viajes. Mi primer destino fue Amsterdam. Y déjenme decirles que me encanto.
En este “year of yes” he tenido varios “wows” y uno de ellos fue ver los Cliffs de Moher con mis propios ojos. Como el dicho “La vida es cuesta arriba pero la vista es genial”. Todo lo que pase esos meses habían valido la pena por la vista que tenía enfrente de mí.
Para mi ir a los Cliffs fue un sueño hecho realidad, era vivir en carne propia un momento en mi mente que había imaginado muchos meses atrás. Era un check en mi lista de “Things to do before I die”. Si algo necesitas saber de mí es que soy una chica de listas, y oh Dios mío esa lista es larga.
Ha pasado un tiempo desde que no escribo por aquí. Estos últimos días han sido un poco locos. Planeando viajes con mi amiga Marina (HELLO si lo ves). También estuve yendo los fines de semana a tours y a pueblitos. Este año del si ha estado teniendo sus frutos con los viajes. Y tengo ya dos viajes próximamente: Paris y Praga.
Últimamente he tenido como un bloqueo mental, no se que escribir. No sé que debería teclear, no tengo ideas volando en mi cabeza. Así que escribiré esto así como venga, sin filtros y sin cambios.
En la escuela planearon un viaje a un parque que se encuentra un poco alejado de la ciudad. Nunca había escuchado de ese parque pero aún así decidí ir y vaya que no me arrepiento. Tomamos un autobús que su ultima parada era justamente este sitio.
Ves como vas dejando la ciudad atrás y poco a poco empiezas a ver los grandes campos, las grandes casas y uno que otro caballo. Recordé mi niñez, cuando la escuela te mandaba a visitar el planetario alfa o la famosa feria del libro. Llegamos a nuestro destino y decidimos ir a los parques que se llaman: Powerscourt Gardens.
Entre semana estoy con la escuela en las mañanas y en la tarde le vario entre ir a cafés y escribir, en ir a la biblioteca para leer un rato o ir al cine los martes que hay descuento de estudiantes. Pero los fines los uso para viajar en tren a pueblos aquí en Irlanda. Es mi escape de la “rutina”. ¡Y me encanta!
Esta vez fui a Dunlaoghaire (pronunciación: donlairi). Nos fuimos en el querido tren Dart directo a la aventura. Me habían dicho que si había amado Howth me iba a gustar mas este lugar pero en lo personal prefiero Howth. Es más pueblerino, es mas cozy. Tiene pequeños mercados y tiene mejores vistas como pudieron ver en el post pasado. Pero tranquilos, Dunlaoghaire también tiene lo suyo.
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